
Transcurría el año 2002 cuando el amiguete Huan Porrrah trajo al pueblo la primera Hunta d’ehkritor@h en andalú, y nos metió a un@s cuant@s mijeñ@s en este argaího (aunque antes de ese acercamiento “oficial”, lo de escribir como hablamos ya buyía en nuestras chorlas). Pero, a partir de ahí, algo cambió.
Desde entonces he colaborado en varias Huntah, y espero seguir haciéndolo. He estado ar kudio de donde salía información sobre el andalú, desde críticas sin fundamentos a valoraciones con base, he conocido a personajes y a grandes personas involucradas en la defensa del andalú, pero, sobre todo, me ha llevado a sentir y creer que más allá de un tema lingüístico, pa mí es un tema de dignidad, dignidad por nuestra tierra, por nuestra forma de hablar, de dignidad propia por quienes estamos ahora, y especialmente por quienes estuvieron antes. Y que todo esto sirva –entre otras muchas cosas– para que quienes vengan después no tengan que escuchar aquello indigno de: “No hables –o no escribas– así, que está malamente”.
Así que… p’alante kon el andalú!
Andaluzía no merece menos.
Kahlo K.